Tras la respuesta que nos dio la empresa Jam**r cuando fuimos a hablar con ellos y ni siguiera se dignaron a abrir la puerta sino que por el portero nos lo comunicaron, fuimos a la Asociación de consumidores Iratxe y tras varios tramites, nos dirigimos a esta “abogada” para iniciar los tramites que hubiera que realizar.
Tras exponerle el caso nos dijo los pasos que se debían de seguir y por ellos seguimos. Desde un primer momento, cosa de en un principio no nos dimos cuenta, fue con el pié cambiado.
Todas las pruebas, informes y peritajes que había que hacer los hice por iniciativa propia visto que ella en ningún momento daba señales de vida ni se le veía con mucha animosidad. Me informaba en todos los lugares que podía y hablaba con personas expertas que me daban consejos y con ellos iba donde mi “abogada” la cual su respuesta era “vendrá bien”.
Contaba con toda la documentación original, tanto de facturas pagadas en el transcurso de la obra como de certificados oficiales que solicitaba yo ante su inmobilidad.
Cada cierto tiempo la llamaba por teléfono para saber como iba todo, si había alguna noticia del juzgado o de quién fuese y su única contestación era “no se nada”.
Desde un primer momento, ya sabía la abogada que mi única intención era la de que se hiciera la obra necesaria para solucionar los múltiples problemas que arrastraba la casa, pero ante la negativa de los acusados a reconocer sus negligencias y la ineptitud de la abogada tuvimos que llegar a juicio.
En un primer momento hacen culpables a la constructora Jam**r y al arquitecto técnico E.A.M. y absuelven al arquitecto M.V.B en la que me hacen pagar las costas de este último, cosa que no comparto puesto que este arquitecto cobró por su trabajo en la obra. Ante tal sentencia le pregunto los motivos por los que le absuelven, dicha “abogada C.G.I” no puede más que decir “no lo se, no lo se” (algún razonamiento jurídico debería de haber en la sentencia para tal absolución pero si no hay voluntad….). La razón de que absolviesen al arquitecto M.V.B fue que según ellos no recaía sobre el la dirección de la obra, pero la “abogada C.G.I” tenía en su poder todas las facturas que demostraban lo contrarío pero no hizo nada por demostrarlo.
Visto como iban las cosas le pedí que solicitase un peritaje neutral en el juzgado, pues pensaba que un perito judicial era neutral, pero una vez más la frustración hizo mella en el asunto. El perito F.J.G que vino a casa a hacer el supuesto informe no se movió de la entrada de la casa, cosa que se le comunicó a la “abogada C.G.J” pero no hizo nada por desmontar en el juicio tal informe. Después comprobamos que hubiera sido muy fácil desmontar dicho informe puesto que el perito que fue a la casa no era realmente el perito judicial F.J.G. UNA PERSONA SUPLANTÓ AL PERITO JUDICIAL Y ESTE PERITO JUDICIAL (F.J.G) MINTIÓ EN EL JUZGADO, tanto en la afirmación que fué el quien estuvo en la casa como en lo que vio en la misma.
Tras el primer informe de dicho perito judicial F.J.G (no era el mismo quien fue a la casa y declaró en el juzgado), llame a la abogada C.G.I y le dije que arreglase y pidiese que hiciera algo legal (dicho informe no estaba visado ni firmado por el colégio de arquitectos (era papel mojado). Algo hizo y se realizo un segundo peritaje, y con una escusa, cambio poco de dicho informe.
En noviembre iba a haber juicio y le dije que quería ir a declarar al juzgado. Esa petición se la hice en su despacho acompañada de mi hijo. Me dijo que yo no iba a ir, que iría mi hijo a declarar. Le dije que lo que interesaba era mi declaración.
Cuando le pregunté por la hora del juicio me dijo que era a las 11:00h, y como me quedé con la duda le volví a preguntar y me lo confirmó (delante las dos veces de mi hijo). Pardilla de mí, tras haberle pillado en más de una mentira no se me ocurrió pedirle por escrito, y así sucedió que el día del juicio, aún habiendo ido con mucho tiempo de antelación no pudimos llegar al juicio puesto que era a las 10:00h. Buena mentira nos metió sabiendo que si íbamos al mismo diríamos muchas cosas que ella no se atrevía a decir (por que?)
Esperando la resolución de la sentencia, y visto que ella no decía nada, pregunté en muchos sitios y al final una persona me dijo que yo poda ir a informarme. Desde el 2002 hasta el 2004 no recibí información de mi "abogada C.G.I ".
Yo sola tuve que pedir explicaciones y francamente fui bien atendida por los funcionarios, la abogada C.G.I se enteró que estaba informándome y se enfadó y se movilizo. Siendo un caso civil, les extrañaba a los funcionarios que otros que fueron mucho mas tarde habían salido.
Naturalmente me imaginaba que la sentencia iba a ser fatal y así fué. Todo se lo tuve que pedir, lo que ocurrió en el visto para sentencia lo sé puesto que me tuvo que dar el DVD en el que se ven las partes actoras.
Ver aquel DVD era deprimente, a los abogados de las partes acusadas les valió toda clase de barbaridades y mentiras mientras la abogada C.G.I no rebatía con la documentación legal y verdadera que teníamos.
La “abogada C.G.I”, permitió a las partes hacer lo que les dio la gana incluso sabiendo que mentían sin rebatirles en ningún momento.
Visto el cariz del resultado del juicio, quise ir al Tribunal Superior de Navarra pero se negó diciendo que era imposible (resultó ser mentira). Ella quiso en todo momento que se archivara la causa y prescribiera.
Me ha llevado años el saber toda la verdad, los documentos que la abogada me dio solo eran los que a ella le interesaba darme, pues había muchos más. En todo momento pagué todo lo que me dijo, cuando recibí un recargo suyo para pagar a la procuradora y al hablar con esta me enteré que todo estaba cobrado pero la abogada quería cobrar una minuta más pero no lo consiguió sino que me tuvo que devolver parte de lo que pagué.
Viendo todo lo que sucedió y la mala defensa que sufrí por parte de esta abogada acudí varias veces al colegio de abogados para quejarme. Al tiempo me llegó una carta de dicho colegio en el que se me informaba que mis quejas se convirtieron en un "recurso de alzada" sobre la actuación de la abogada y que habían remitido dicho recurso al Colegio de la Abogacía Española. De allí me llegó un comunicado en el que se me informaba que a dicha abogada le habían abierto expediente disciplinario.
Llevo desde el año 2004 pidiendo la documentación legal puesto que ningún buffete de Pamplona quería coger el caso una vez que lo estudiaban. En un principio cogían el caso pero cuando se les presentaban todos los informes y datos salian corriendo por la mala praxis de la "defensora" y el problema que ello acarreaba. Debí acudir a Madrid por ese motivo, pero allí todo se dilatava porque al ir sin abogado todo era preguntar para saber por donde seguir.
Acudí al defensor del pueblo y este me dió la razón de la situaciòn y me remitió al Fiscal General. Acudí al mismo y por carta se me comunicaba que debía de hablar con el Fiscal Superior de Pamplona. Solicité cita con el mismo y fuí recibida, pero como al poco tiempo se fué, tuve que volver a solicitar cita con el fiscal entrante. En la reunión que mantuvimos, le expuse todo lo que sucedió y el me dijo que tenía razón. La sentencia final fué consecuencia de la mala practica de nuestra abogada y su nula intención de defendernos unido a un falso informe pericial que derivó en una sentencia injusta que no permitía ejecutar la obra.
En todo momento he buscado saber y defender la verdad pero me he topado con las malas prácticas de ciertas personas que no tienen excrupulos en actuar por encima de la gente pese a que acudan a determinados lugares a dar buenas propinas e imagen de benefactores pero que luego no son capaces de practicar con el ejemplo.